miércoles, 9 de marzo de 2016

La fotografía forense nació en 1866, fundada por el escocés Allan Pinkerton.

Pinkerton, que tras mudarse a Estados Unidos se convirtió en el primer detective de Chicago, puso en práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes, disciplina que posteriormente sería llamada fotografía judicial y a la que hoy se conoce como fotografía forense. Su objetivo es mostrar detalladamente aquello que escapa a la inspección ocular.

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