Robert Frank, nacido el 9 de noviembre de 1924 en Zúrich, Suiza, es una importante figura estadounidense dentro del ámbito de la fotografía y el cine. Su trabajo más destacado es el libro de fotografía The Americans, publicado en 1958, el cual está fuertemente influido por el periodo de la post-guerra, y el cual lo ha llevado a ser considerado como un Alexis de Tocqueville moderno por su visión escéptica y fresca de la sociedad estadounidense vista desde una perspectiva de extranjero. Frank expandió sus intereses posteriormente al cine y experimentó con la composición y manipulación de fotografías. En el año 1996 recibió elPremio internacional de la fundación Hasselblad Premio PHotoEspaña Baume et Mercier 2009.
Frank nació en una rica familia judía en Suiza. Rosa, la madre de Frank, era de ascendencia judía, pero su padre Hermann, había sido apatriado después de la Primera Guerra Mundial y tuvo que pedir la ciudadanía suiza para Frank y su hermano mayor, Manfred. Aunque Frank y su familia permanecieron seguros en Suiza durante la Segunda Guerra Mundial, la amenaza nazi sin embargo afectó su comprensión sobre la opresión. Se inclinó por la fotografía en parte como una forma de escapar a la tradición de los negocios familiares, siendo entrenado por algunos fotógrafos y diseñadores gráficos antes de crear su primer libro de fotografías en 1946, 40 Fotos. Frank emigró a los Estados Unidos en el 1947, y obtuvo un empleo en la Ciudad de Nueva York como fotógrafo de moda para Harper's Bazaar. Poco después comenzó a viajar porAmérica del Sur y Europa. Publicó dos libros más de fotografías tomadas en Perú, y volvió a los EE.UU. en 1950. Ese año fue uno trascendental para Frank, quien luego de haber conocido a Edward Steichen, participó en la presentación grupal 51 American Photographers en el Museo de Arte Moderno de Nueva York; además se casó con una compañera artista, Mary Lockspeiser, con la que tuvo dos hijos, Andrea y Pablo.
Aunque en un principio era optimista acerca de los Estados Unidos, su perspectiva cambió rápidamente cuando enfrentó el paso rápido de la vida estadounidense y lo que él veía como un énfasis excesivo en el dinero. Desde entonces comenzó a ver los Estados Unidos como un lugar a menudo triste y solitario, una perspectiva que se volvió evidente en sus posteriores trabajos fotográficos. La propia insatisfacción de Frank con el control excesivo que ejercían sus editores sobre su trabajo también fue un factor determinante en su experiencia. Continuó viajando, moviendo su familia temporeramente a París. En 1953 retorno a Nueva York y continuó trabajando como periodista fotográfico independiente para revistas como McCall's, Vogue, y Fortune.
Para ese entonces, sin embargo, Frank se había movido de la fotografía para concentrarse en la realización de películas. Entre estas se encontraba Pull My Daisy de 1959, la cual fue escrita y narrada por Kerouac y protagonizada por Ginsberg y otros dentro del círculo Beat. Pull My Daisy fue elogiada por años como una obra maestra de la improvisación, hasta que el co-director de Frank, Alfred Leslie, revelara el 28 de noviembre de 1968 en un artículo de Village Voice que la película de hecho fue cuidadosamente planeada, ensayado y dirigida por él y Frank, quienes filmaron la película con un set profesional de luces.
En 1960, Frank permaneció en el sótano del artista Fluxus George Segal mientras filmaba Sin of Jesus con una concesión de Walter K. Gutman. La historia de Isaac Singer fue transformada para centrarse en la vida de una joven que trabajaba en una granja de pollos en Nueva Jersey. La película estaba supuesta a ser filmada en seis semanas en New Brunswick y sus alrededores, pero Frank terminó filmando durante seis meses.
Su documental de 1972 sobre los Rolling Stones, Cocksucker Blues, es considerado su mejor filme conocido. El filme muestra a los Stones durante su gira del 1972, envueltos en el uso de drogas y el sexo en grupo. Pero quizás lo más que perturbo a los Stones cuando vieron el producto final, fue la manera franca en que Frank capturó fielmente la soledad y desesperación de la vida en la calle. Mick Jagger le indicó a Frank, "Es un jodida buena película, Robert, pero si se muestra en América nunca más nos permitirán en el país." Los Rolling Stones demandaron para impedir que el filme fuera lanzado, y se discutió si los derechos de autor sobre el material filmado recaían sobre Frank o sobre la banda. La corte resolvió la disputa restringiendo la exhibición del filme a ser mostrado no más de 5 veces al año y solo en presencia de Frank. La fotografía de Frank también apareció en la carátula del álbum Exile on Main St. de los Rolling Stones.
Otras películas realizadas por Frank incluyen Keep Busy" y "Candy Mountain", ambas co-dirigidas junto a Rudy Wurlitzer.
Aunque Frank se mantuvo interesado en el cine, retomó la fotografía en los años 1970 con la publicación de su segundo libro fotográfico, Lines of My Hand, en 1972. Este trabajo ha sido descrito como una "autobiografía visual" y consiste en su mayoría de fotografías personales. Ninguno de sus trabajos posteriores ha tenido tanta notoriedad como la conseguida con The Americans. Algunos críticos aluden a esto por las incorporaciones posteriores de imágenes compuestas en sus trabajos, una década después de que Robert Rauschenberg introdujera sus composiciones serigráficas y en contraste con The Americans, las imágenes posteriores de Frank simplemente no iban acorde con las técnicas y prácticas establecidas para ese tiempo.
Frank y Mary se separaron en 1969. Se volvió a casar en 1971 con la escultora June Leaf, moviéndose luego a la comunidad de Mabou en Cape Breton Island, Nueva Escocia. En 1974 la tragedia le tocó cuando su hija Andrea murió en un accidente aéreo en Tikal, Guatemala. Un poco antes, su hijo Pablo, fue hospitalizado y diagnosticado con esquizofrenia. Muchos de los trabajos subsiguientes de Frank mostraban el impacto que había tenido en su vida la pérdida de su hija y la batalla continua de su hijo con su enfermedad mental. En 1995 fundó la Fundación Andrea Frank que proporcionaba préstamos a artistas.
Desde que se movió a Nueva Escocia, Frank adquirió una reputación de hombre solitario y reclusivo (particularmente tras la muerte de su hija), rechazando la mayoría de las propuestas para entrevistas y apariciones públicas. Ha continuado aceptando asignaciones eclécticas como fotógrafo y director de vídeos musicales para artistas como New Order y Patti Smith. Frank continua realizando filmes así como imágenes, y ha ayudado a organizar varias retrospectivas de su arte. En 1994, la Galería Nacional de Arte de Washington, presentó la exposición retrospectiva más abarcadora de su trabajo hasta la fecha, con el nombre de Moving Out. Actualmente es representado por la Galería Pace/MacGill en Nueva York. En 2007 Robert Frank recibe el premio PHotoEspaña Baume et Mercier de las manos del presidente del Festival Alberto Anaut. PHotoEspaña reconoció la trayectoria de este gran fotógrafo.
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